Si queremos hablar del gong sinfónico, indiscutiblemente tendremos que fijarnos en los creadores de éste: Paiste. Está casa alemana especializada en instrumentos de percusión (en especial metales), hizo en su momento un riguroso estudio de trabajo de campo, contrastando y aprendiendo de las distintas culturas del Sur Este Asiático que usan el gong desde hace 4000 años. No obstante podemos encontrar de distintos tipos según su procedencia.
Al arte de confección de un gong, sabiduría transmitida de generación en generación a lo largo de los tiempos, se le ha atribuido poderes mágicos, y solo algunas familias sabían como hacerlos. Una secreta aleación de metales, junto con multitud de “golpes” (esparcidos de una forma muy concreta alrededor del centro del gong), proveen al gong sinfónico de posibilidades ilimitadas, por su especial timbre armónico, característica sensibilidad de vibración, al mismo tiempo que un fuerte y poderoso sonido.
Su uso ha ido ritualizado des de los inicios, hasta hoy en día: Utilizado para ritos en momentos de traspaso como funerales o celebraciones, teatro, música, con un fuerte significando para las culturas asiáticas, dónde hoy en día la alta cultura lo utiliza cómo instrumento de orquestra. También se usa en las orquestras europeas desde 1970, cuando grupos pertenecientes a la psicodélia, como los Pink Floyd, también lo incorporaron en sus trabajos.
Actualmente también se utiliza como instrumento en el campo de la musicoterápia, por el fuerte efecto que ejerce sobre la mente y el cuerpo. En la metodología desarrollada por el psiquiatra alemán Peter Hess, El Ritual del Gong, el gong, junto con el monocordio, la tampura, la tabla, el didjeridú, y la percusión oceánica, nos permite acceder a niveles profundos de la conciencia, reviviendo recuerdos asociados con las matrices perinatales: Primeras fases de la existencia en el utero materno y proceso de parto. Es un instrumento muy útil en el campo de la meditación, ya que su sonido provoca un estado modificado de la conciencia instantáneo; no obstante, por esta misma razón, y para que el uso sea terapéutico, deberá ser usado en un marco controlado, con finalidades terapéuticas, y que permita integrar la experiencia vivida.